imagen tomada de la web
Transportan y optimizan el almacenamiento de nutrientes y están determinados por la calidad de nuestra alimentación. Algunas de sus funciones son: antienvejecimiento, ayudan a la coagulación sanguínea, a la función digestiva, al sistema inmunitario, entre otras funciones… ayudan a la transportación de información entre células nerviosas. Ayudan a vitaminas y minerales a cumplir su función. Aportan energía al sistema muscular. Ayudan a formar las proteínas, tienen un sabor dulce. Los podemos encontrar en el ajo, apio, berenjenas, brócoli, calabacín, calabaza, cebolla, champiñones, col, coliflor, espárragos verdes, espinacas, guisantes, lechuga, patatas, pepino, pimiento rojo, pimiento verde, puerros, remolacha, tomate, zanahoria…
El 80% de nutrientes se producen en el hígado y se consideran aminoácidos no esenciales, el resto se produce a través de la dieta y son aminoácidos esenciales.
Carecer de estos puede generar diversos problemas como: mala absorción de nutrientes, estrés, desequilibrio de nutrientes, infecciones, entre otros… Hay 20 tipos de aminoácidos y cada uno tiene diferentes funciones en nuestro organismo, de ahí la importancia de incluirlos en la dieta.